“Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.” (Hechos 16:31).
¡Dios ama a la familia! Fue él mismo quien la estableció como la primera institución de la tierra. El problema es que muchos han apartado al Señor de sus hogares y, como consecuencia, han visto a sus familias encaminarse rumbo al fracaso. Los valores que deberían formar la base familiar como el amor, la confianza, el respeto, la dignidad y la honra son fácilmente vendidos y echados de lado. Es por eso que crece la influencia del egoísmo, el deseo de ganancia y el desamor, pasando a desmoronar aquello que debía haber sido armonioso, estable y feliz.
El versículo de hoy nos lleva a la historia de un padre de familia que debido a los muchos problemas, estaba a punto de suicidarse. Al preguntarle a Pablo y a Silas qué era necesario hacer para ser salvo él obtuvo esta simple respuesta: «cree en el Señor Jesús; así serán salvos tú y tu familia». Excelente salida para los problemas que la familia enfrenta hoy: ¡Creer en el Señor Jesús!
Dios hace posible un nuevo comienzo para tu familia por la fe en Jesús. Podrán vivir en armonía al encontrarse sobre bases sólidas y confiables. Entrega tu vida y tu familia en las manos del Señor. Solo él puede restaurar y transformar tu hogar
Rescata a tu familia por la fe
- ¡Dios nos propone la fe! No es la fe en cualquier persona o cosa, sino la fe en Jesucristo, su Hijo. Cree que, con Cristo, podrás reconstruir tu hogar con la paz y la alegría del Señor.
- Acepta a Cristo por fe. Recíbelo en tu vida y abre las puertas de tu casa para que él entre y habite con ustedes.
- Confiésale tus pecados (la mentira, los engaños, la desobediencia, la traición, el egoísmo, los malos entendidos, etc.) y abandona aquello que ha perjudicado la armonía y el amor en tu hogar.
- Estudia y comparte con tu familia las enseñanzas de la Biblia.
- ¡Ama a tu familia! Convierte tu hogar en un ambiente propicio para la paz, la oración, la alabanza, el diálogo y el cuidado en amor.
- Asume la responsabilidad de cuidar de tu casa. Dios te dio ese tesoro. ¡Ora constantemente por tu familia!
Para orar:
Señor, nuestro Dios y Padre. Cuida de mi familia. Ayúdanos a vencer todos los problemas que nos han alejado en el día a día. Transforma y repara aquello que ha sido quebrado por las peleas, discusiones, los problemas y las decepciones que hemos tenido. Cura las heridas que nos hemos causado los unos a los otros. ¡Yo creo en ti, Señor! ¡Salva mi vida y mi familia! Entra en mi casa y transforma nuestras vidas. En el nombre de Jesús te lo pido y te doy gracias. Amén.
0 comentarios