Fundamentos de la vida de oración del creyente.
Hoy: Fervor
Miremos un elemento más en la vida de oración efectiva. Ayer hablamos sobre el denuedo, hoy lo haremos sobre el fervor. “Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz. Elías era un hombre con debilidades como las nuestras. Con fervor oró que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y medio. Volvió a orar, y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo sus frutos” (Santiago 5:16-18). La oración efectiva involucra fervor.
La Biblia enseña que debemos ser siempre fervientes en el espíritu: “Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu” (Romanos 12:11). El traductor W. E. Wine dice que el vocablo traducido como fervor significa “estar ardoroso, hervir, ser impetuoso”, y agrega que figurativamente significa un sentimiento muy profundo. Epafras rogaba encarecidamente por los colosenses en sus oraciones “Este siervo de Cristo Jesús está siempre luchando en oración por ustedes, para que, plenamente convencidos, se mantengan firmes, cumpliendo en todo, la voluntad de Dios” (Colosenses 4:12). El término griego agonizomai es “rogando encarecidamente”, lo que indica un esfuerzo, una lucha.
La verdad es que la intercesión no puede ser hecha con corazones fríos.
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